La integridad es hacer lo correcto incluso cuando nadie nos ve. Descubre cómo enseñar a tus hijos a vivir con honestidad y principios sólidos, y cómo REMAR y PAN ayudan a formar niños íntegros en sus hogares de acogida.

Vivimos en un mundo donde, tristemente, los valores como la integridad parecen estar en peligro de extinción. La corrupción, la deshonestidad y la falta de principios son cada vez más comunes, y es fundamental que como padres hablemos con nuestros hijos desde pequeños sobre la importancia de ser íntegros, no solo para que sean personas de bien, sino para que puedan hacer una diferencia en la sociedad.
¿Qué es la Integridad?
La integridad es hacer lo correcto en todo momento, ya sea que alguien esté mirando o no. Ser íntegro significa ser coherente con nuestros principios, tener una vida recta y actuar con honestidad tanto en público como en privado. Es un valor que no cambia según las circunstancias o la compañía; una persona íntegra lo es siempre, con o sin la presencia de una autoridad.
Por ejemplo, imagina que tu hijo encuentra dinero en la calle y no hay nadie alrededor. ¿Qué haría? Un niño que entiende el valor de la integridad lo entregaría o buscaría a su dueño, porque sabe que lo correcto no depende de si alguien lo ve, sino de su propio sentido del bien y del mal.
Lo Contrario a la Integridad
Lo contrario a la integridad es la hipocresía, el engaño y la deshonestidad. Estas actitudes no solo afectan a quienes las practican, sino que también destruyen la confianza y las relaciones con los demás. En una sociedad donde «a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo» como dice Isaías 5:20 “Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”, es esencial enseñar a nuestros hijos a discernir lo correcto, sin dejarse llevar por lo que hace la mayoría.
«A lo malo llaman bueno y a lo bueno malo» (Isaías 5:20)
Este versículo bíblico es un recordatorio poderoso de que, a veces, la sociedad distorsiona los valores, presentando lo incorrecto como algo aceptable y hasta normal. La corrupción, el engaño o las pequeñas trampas cotidianas pueden parecer inofensivas, pero hacer lo correcto debe ser siempre una prioridad, incluso cuando los demás eligen lo contrario. Como padres, debemos enseñar a nuestros hijos a permanecer firmes en sus valores, sin importar lo que el mundo diga.

La Integridad como una Prioridad
Hablar con nuestros hijos sobre la integridad es clave para que entiendan que hacer lo correcto no siempre será fácil, pero siempre será lo mejor. Debemos animarlos a que, aunque a veces ser íntegro pueda parecer una desventaja, a largo plazo les dará paz, respeto por sí mismos y respeto de los demás.
Un ejemplo sencillo que puedes usar con tus hijos es cuando deben admitir un error, aunque eso implique enfrentar una consecuencia. Ser honesto en esos momentos refleja integridad, y aunque pueda ser difícil, es un paso hacia una vida basada en principios sólidos.
REMAR y PAN: Formando Niños Íntegros
En REMAR y PAN, trabajamos incansablemente para sembrar valores como la integridad en la vida de los niños que viven en nuestros hogares de acogida. No solo buscamos que reciban una buena educación, sino que también crezcan como personas íntegras, capaces de actuar con rectitud en cualquier situación. Enseñamos a los niños que ser íntegros les permitirá, en el futuro, marcar una diferencia positiva en sus comunidades y en cualquier lugar donde se desarrollen.
El objetivo es que los niños que crecen con nosotros aprendan a ser sinceros, responsables y rectos, sin importar las circunstancias que enfrenten. Sabemos que estos valores les ayudarán a construir una vida con propósito y respeto hacia los demás.
Hazte parte del Futuro de un Niño: Apadrina
Tu apoyo puede cambiar vidas. En REMAR y PAN, no solo brindamos cuidado y educación, sino que formamos niños con valores sólidos, como la integridad, el respeto y el perdón. Puedes apadrinar a un niño, ofreciéndole la oportunidad de crecer en un ambiente seguro y lleno de amor, o apadrinar una hogar, un lugar donde decenas de niños son cuidados, amados e instruidos en principios cristianos.
Al apadrinar, te conviertes en parte de su historia de transformación y contribuyes a construir un futuro lleno de esperanza. ¡Únete a nosotros en esta misión!