Hola, me llamo Iván y tengo 4 años. Durante mi corta vida he vivido experiencias que ningún niño debería tener que pasar. He presenciado la violencia en casa, he visto a mi padre maltratar a mi madre y ella, sin poder o sin querer hacer nada.
A pesar de la difícil situación, muchas personas quisieron tendernos una mano. Sin embargo, mi madre se negaba a recibir ayuda. Esto nos llevó a vivir en la calle durante un tiempo, durmiendo en parques y buscando refugio donde pudiéramos
Un día, encontramos el comedor solidario de la ONG REMAR. Allí, no solo nos dieron comida, sino que también nos ofrecieron un hogar seguro en uno de sus refugios. Es aquí donde por fin me siento protegido y puedo empezar a vivir una vida de niño.
A pesar de las dificultades, tengo la esperanza de un futuro mejor. Gracias a REMAR, estoy recibiendo el apoyo y la atención que necesito para superar los traumas del pasado.