En un mundo lleno de pantallas, volver al hábito de leer en familia puede transformar corazones, fortalecer vínculos y abrir la puerta del conocimiento, la sabiduría y la fe.
Vivimos en una era en la que las pantallas dominan la atención de niños y adultos. Teléfonos móviles, tablets, televisión, redes sociales y plataformas de streaming han desplazado lentamente costumbres que antes eran esenciales en la vida familiar, como leer juntos. Cada vez se compran menos libros y se dedica menos tiempo a la lectura profunda, cambiándola por el consumo rápido de contenidos digitales. Sin embargo, nada puede sustituir la riqueza de lo que un buen libro deja en nuestra mente y en nuestro corazón.
¿Por qué es tan importante leer?
Leer es una herramienta poderosa que abre puertas en cualquier etapa de la vida. No importa si somos niños, jóvenes o adultos mayores: leer estimula la mente, despierta la imaginación y fortalece el lenguaje. Aquí te compartimos algunos beneficios clave de la lectura, acompañados de ejemplos para entender mejor su impacto:
- Desarrollo del lenguaje
Leer mejora el vocabulario, la comprensión lectora y la expresión oral. Un niño que lee con frecuencia no solo habla mejor, sino que también piensa con mayor claridad. La lectura enriquece su lenguaje, y si los padres lo acompañan en ese proceso, podrán explicarle el significado de nuevas palabras que luego incorporará en su día a día. Por ejemplo, un niño que lee cuentos con su mamá antes de dormir podrá expresar mejor sus emociones y contar sus propias historias con más facilidad.
- Estimula la creatividad
Cada libro es una puerta abierta a la imaginación. Cuando los niños leen, visualizan los escenarios, los personajes y las situaciones descritas, lo que fortalece su capacidad de crear e imaginar. Por ejemplo, después de leer una historia de aventuras, un niño puede inventar su propio cuento o dibujar lo que ha imaginado, desarrollando así su pensamiento creativo.
- Mejora la concentración
La lectura requiere atención y enfoque, lo cual ayuda a los niños a desarrollar su capacidad de concentración. En un mundo lleno de distracciones, leer un libro completo les enseña a seguir una secuencia lógica y a mantener la atención durante más tiempo. Por ejemplo, un niño que dedica cada tarde 15 minutos a la lectura podrá luego concentrarse mejor también en otras actividades escolares.
- Favorece el pensamiento crítico
Los libros presentan conflictos, soluciones, decisiones y emociones. A través de la lectura, los niños aprenden a reflexionar, comparar, analizar y sacar conclusiones. Por ejemplo, tras leer una historia donde un personaje enfrenta una decisión difícil, los padres pueden preguntarle: “¿Tú qué habrías hecho?”. Así, el niño comienza a desarrollar su capacidad de juicio y razonamiento.
- Reduce el estrés
Leer es una forma de desconectar del ruido diario y entrar en un mundo diferente. Incluso los niños que viven situaciones difíciles encuentran consuelo en las historias. Un momento de lectura tranquila en casa, como parte de una rutina nocturna, puede ayudarles a relajarse, dormir mejor y sentirse más seguros.
- Fortalece la empatía
Al leer sobre las vivencias y emociones de otros personajes, los niños se ponen en su lugar y comprenden mejor lo que sienten los demás. Por ejemplo, al leer la historia de un niño que perdió a su mascota, pueden aprender a consolar a un amigo que está triste. La lectura cultiva el corazón tanto como la mente.
La lectura compartida como vínculo familiar
Cuando un padre o madre se sienta junto a su hijo a leer, no solo está formando su mente, sino también su corazón. Leer juntos crea un espacio de cercanía, confianza y comunicación. Puede ser un cuento antes de dormir, una historia por la tarde o una lectura los fines de semana. Estos momentos no solo enriquecen el desarrollo cognitivo, también aportan seguridad emocional y fortalecen los lazos familiares, recordemos que el mejor regalo que podemos dar a quien amamos es el tiempo.
La lectura compartida también:
- Aumenta la autoestima de los niños.
- Les permite hacer preguntas y expresar sus ideas.
- Crea recuerdos significativos.
- Desarrolla habilidades sociales.
La lectura de la Biblia en familia
Leer la Biblia juntos en casa puede ser aún más transformador. No se trata solo de leer un libro, sino de sembrar la Palabra de Dios en el corazón de los niños. Las historias bíblicas enseñan valores, principios de vida, y son una oportunidad para orar, reflexionar y crecer espiritualmente en unidad. Cuando los niños conocen a Dios desde pequeños, tienen una base sólida que les acompañará durante toda su vida. «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.» Salmos 119:105
Leer sí, tecnología también… ¡pero con equilibrio!
La tecnología puede ser útil si se usa con sabiduría. Existen libros digitales, audiolibros, apps de lectura y mucho más. Pero es fundamental no abandonar el hábito de leer con los hijos, ya que ese tiempo cara a cara genera conexión, intimidad y diálogo, cosas que una pantalla no puede sustituir.
En los hogares de REMAR y PAN también se lee
Los niños que viven en los hogares de acogida de REMAR y del Programa PAN provienen de entornos muy difíciles donde muchas veces no tuvieron acceso ni a libros, ni a historias, ni a palabras de aliento. En estos hogares no solo encuentran amor y protección, también se fomenta la lectura diaria a través de devocionales donde se comparte un versículo bíblico, se hace una reflexión y se motiva a leer, hablar y orar juntos, como una verdadera familia.
La lectura también les ayuda a: Mejorar su rendimiento escolar. Enriquecer su vocabulario.
Desarrollar una identidad fuerte y sana. Tener esperanza en el futuro.
¡Apadrina y transforma vidas a través de la lectura!
Tu apoyo puede ayudar a que más niños tengan acceso a libros, educación y, sobre todo, a un entorno donde se les enseña el valor de la lectura y la sabiduría que proviene de Dios.
Apadrinar un niño o un hogar de niños es una forma concreta de sembrar conocimiento, amor y fe. Cada página que lean puede ser una página de esperanza, de transformación y de vida nueva.